LOS DOS TIPOS DE ORGASMO

    El sexo tántrico es bastante diferente al que estamos acostumbrados en Occidente. No es un desahogo, no es una descarga de energía. Es permanecer en el acto sin eyacular, o extendiendo los tiempos. Toda la calidad del proceso es diferente.
    Hay dos clases de climax, dos tipos de orgasmo. Uno de ellos es bastante conocido y al que la mayoría de los occidentales estamos acostumbrados: se alcanza la cúspide de la excitación, y entonces no se  puede ir mas allá, se llegó al final. La excitación llega a un punto donde ya no es voluntaria. La energía se descarga; la carga se expulsa y sobreviene la relajación y en muchos casos el descansar. Es tranquilizante, siempre y cuando la mente no esta saturada de desequilibrios.
    El Tantra se centra en otro tipo de orgasmo; no llegar a la cúspide de la excitación, sino al valle mas profundo de la relajación. La excitación es usada por ambos al principio, pero al final son totalmente diferentes.
    El orgasmo sexual común puede compararse con un locura, se emparenta con la adrenalina y el estrés, en cambio el orgasmo tántrico es una profunda y relajada experiencia casi como de meditación.
    El acto amoroso tántrico se puede realizar tantas veces como se desee, ya que no se pierde energía, se gana. No así en el sexo común, porque se pierde energía y el cuerpo necesita esperar para recuperarla.
    Con el sexo tántrico te elevas, no decaes. Te sientes lleno de energía, mas vital, mas vivo, radiante.    
    Este éxtasis durará horas, incluso días, dependerá de la profundidad de la práctica.